Uno de los materiales más difíciles de fotografiar es el vidrio. La transparencia es su principal característica, y es precisamente esta circunstancia, lo que lo convierte en un auténtico reto para cualquier fotógrafo.
En este artículo quiero darte una serie de consejos para que cuando fotografíes objetos de vidrio consigas que éstos salgan perfectamente definidos y aprendas a controlar los reflejos que se producen en ellos. ¿Me acompañas?
Consideraciones previas
Cuando fotografiamos a un objeto, en realidad lo que estamos captando en el sensor de nuestra cámara es el reflejo de la luz que incide sobre él. Cuando fotografiamos vidrio, el problema es que, al ser transparente, esos reflejos no se dirigen al sensor, sino que salen despedidos en todas direcciones, por lo tanto no podremos apreciar con claridad los bordes y los reflejos que se produzcan, no nos aportarán información sobre su forma, siendo el resultado muy poco favorecedor en nuestras fotografías.
Otro problema añadido es que, si no tenemos cuidado al elegir el fondo, lo más probable es que el objeto de vidrio tienda a mezclarse él. Debido a esta circunstancia, fotografiar vidrio puede ser una experiencia desastrosa para muchos fotógrafos pero, afortunadamente, hay solución para ello y la clave está en cómo iluminar la escena para que aparezcan perfectamente definidos los bordes, lo que nos dará una idea clara de la forma del objeto fotografiado.
Vamos a tratar de mejorar esta imagen y para ello vamos a elegir un fondo oscuro para resaltar los objetos de vidrio y que no se mezclen con el mismo y, por otro lado, utilizaremos dos opciones de iluminación: disparar el flash de forma directa o hacerlo rebotar sobre un techo blanco.
Disparando el flash de forma directa
Como podrás observar, el resultado es poco favorecedor ya que se producen muchos reflejos no deseados sobre la superficie de los objetos, así como sombras en el fondo. También vemos como llega mucha luz al fondo siendo el resultado de la toma muy poco satisfactorio.
Disparando el flash rebotado sobre un techo blanco
Aquí podemos observar que la imagen mejora considerablemente, hemos eliminado las sombras en el fondo y los bordes de los objetos aparecen más definidos por lo que se adivina perfectamente la forma de los mismos. Sin embargo, al caer la luz de forma cenital rebotada del techo, aparecen reflejos que nos distraen en el fondo de la copas. Si fuésemos conformistas, podríamos pensar que esta imagen es suficientemente buena, pero pienso que un fotógrafo siempre debe buscar la forma de mejorar.
Te propongo que hagamos un trabajo algo más elaborado. Para ello tendremos que sacar el flash de la cámara y dispararlo remotamente. Añadiremos un cristal a la base para darle algo más de elegancia a la toma. El reto es definir aún más los bordes de los objetos y tratar que los reflejos nos aporten algo o, de lo contrario, eliminarlos.
Cómo defino los bordes
Lo primero que tenemos que tener en cuenta es el fondo de la fotografía. Podemos optar por dos opciones: decidirnos por un fondo claro o bien por un fondo oscuro. Si nos decidimos por un fondo claro deberemos oscurecer el objeto de vidrio para que los bordes salgan visibles. Si queremos un fondo oscuro habrá que darle más luz al objeto.
Fondo Claro
Vamos a empezar por esta opción. Podemos realizar la iluminación de dos formas distintas: podemos disparar el flash a través de un fondo traslúcido (una cortina, una sábana o papel de calco) colocando el objeto al otro lado, o bien hacer rebotar la luz en una superficie opaca de color blanco, como puede ser una pared o una cartulina. De las dos opciones que son perfectamente válidas, yo me decido por la primera, puesto que mantengo libre de objetos el fondo del objeto fotografiado, ya que habría que situarlo de forma que no salga en la fotografía.
Los parámetros utilizados en esta toma son los siguientes:
- Potencia del flash 1/16
- 1/125 velocidad
- f/9
- ISO 100
No hace falta que el fondo salga totalmente blanco en la fotografía, con que sea mucho más claro que el borde del objeto es suficiente. Podemos variar el fondo para que sea más o menos claro cerrando o abriendo el diafragma, haciendo varias pruebas hasta dejarlo a nuestro gusto. Como puedes observar, utilizando este modo de iluminación, conseguimos eliminar cualquier tipo de reflejo sobre los objetos, definiendo perfectamente los bordes y marcando así las formas.
Fondo oscuro
En este caso, debemos colocar entre la fuente de luz y el objeto a fotografiar un fondo negro y opaco de un tamaño inferior a dicha fuente. Para conseguir una fuente de luz lo suficientemente grande, podemos rebotarla contra una pared blanca o rebotarla en un paraguas plateado. El tamaño del fondo debe ser el suficiente para encuadrar lo que ve la cámara. Si fuese más grande que la fuente de luz, limitaría la luz rebotada que tiene que incidir sobre el objeto de vidrio. Por lo tanto, asegúrate que simplemente llena el encuadre y nada más.
Los parámetros que he utilizado son los siguientes:
- Potencia del flash 1/1
- Velocidad 1/250
- Apertura 3,5
- ISO 100
Observa como los bordes de las figuras de vidrio aparecen perfectamente iluminadas, como si dibujásemos con la luz su forma. Por otro lado, los reflejos que aparecen en las copas no producen distracciones, al contrario, dan a los objetos sensación de volumen.
¿Cuál de las dos opciones te gusta más? Con ambas mejoras considerablemente las capturas de objetos de vidrio, ahora es simplemente, cuestión de gustos.
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