Más allá de las porras
Manel Armengol expone sus fotografías sobre España, China y Estados Unidos en los setenta
Una de sus imágenes sobre una carga policial en 1976 es uno de los iconos de la Transición
En febrero de 1976 una sentada pacífica en Barcelona acabó de forma
violenta. La policía cargó de forma brutal contra los manifestantes que
pedían “Libertad y Amnistía” en el paseo de Sant Joan. La escena habría
pasado desapercibida sino la hubiera inmortalizado un fotógrafo de forma
casi accidental. “Hasta que pasaron unos días no estuve tranquilo,
porque la policía me siguió para requisarme los carretes”, recuerda
Manel Armengol (Badalona, 1949) de aquella jornada que acabó marcando su
trabajo para siempre. Cúmulo de casualidades, conserva los negativos,
gracias a que nadie se atrevió a comprarlos. “Fui a Europa Press y pedí
por ellos 300 pesetas, pero no los quisieron comprar por miedo a
represalias”. De hecho, la imagen no se publicó en España hasta un año
después. Más suerte tuvo en la prensa internacional. Armengol envío por
correo postal —tras obtener la dirección en un quiosco de las Ramblas— a
los principales diarios internacionales, entre ellos
Paris-Match,
The New York Times y
Der Spiegel.“Todos las pagaron, excepto los italianos”, recuerda. La imagen es uno de los iconos de la Transición.
Pese a que han pasado varias décadas todo el mundo sigue
relacionándolo por esta fotografía. “Es la que me piden siempre”. Pero
el fotógrafo es autor de un trabajo mucho más extenso y variado.
Fundación Foto Colectania
expone esta imagen y otras realizadas entonces “recortes de la vida
cotidiana con personajes anónimos de la España de entonces”, junto con
otras dos series realizadas en Estados Unidos y China.
Manel Armengol. Transiciones, los setenta en España, Estados Unidos y la China
se inaugura el próximo viernes en el Centro de Arte Contemporáneo La
Sala, de Vilanova i la Geltrú (Joaquim Mir, 12) con 75 imágenes de estos
tres países durante unos años de cambios profundos e incertidumbres.
Las fotografías de Estados Unidos se realizaron en 1977 durante el año que Armengol vivió en ese país como corresponsal de
Interviu, coincidiendo con el final del movimiento
hippy y del llamado
flower power.
Abundan las imágenes de personas que se cruzaron con él por la calle.
“Lo que más me impresionó fue el contraste entre la riqueza de algunos y
la miseria de otros”. Como en
Courtesy…, donde un inmigrante
chicano, permanece sentado en un banco público, con la mirada perdida,
lo mismo que la mujer del metro neoyorquino de
72 Street, Subway Station.
La tercera serie se realizó en China en 1979, con su Leica, de forma
paralela a las imágenes en color que hizo para ilustrar un reportaje de
Baltasar Porcel para
Play Boy sobre la vida cotidiana de ese
país, tras la muerte de Mao. “Son como apuntes, más íntimas”, asegura.
Viéndolas no hay duda del gran cambio económico y estético —atrás
quedaron los uniformes y las gorras comunistas— que ha sufrido el
gigante asiático.
Con respecto a la fotografía de la carga, Armengol mantiene que
“ahora es más difícil hacer este tipo de imágenes, porque el momento es
diferente, hay más fotógrafos que nos molestamos unos a otros, la
policía actúa de forma diferente y está más preparada”. Sin embargo, el
fotógrafo asegura que la actual es otra etapa de transición. “Antes
teníamos un enemigo claro y ahora el enemigo es invisible”. Pese a la
situación adversa, el fotógrafo anima a sus colegas fotógrafos a seguir
disparando con su cámara: “nunca sabes qué trascendencia tendrá el
momento que estás viviendo”.
Desde 1983, tras sufrir un grave accidente de tráfico, Armengol, es autor de series “más íntimas”, como
Foc, Elementos,
Herbarium o
Terrae.
Asegura que huye de las nuevas tecnologías y de las postfotografías y
trabaja “con un sistema cercano a la primitiva cámara oscura”, como
reacción “a la hiperprecisión que dan las cámaras digitales”.
La exposición, que ya se pudo ver en Lisboa en 2009, visitará las
ciudades de L'Hospitalet de Llobregat, Igualada y Girona dentro del
marco del programa de exposiciones itinerantes del Departamento de
Cultura de la Generalitat.