otografía de estudio (I): Cinco cosas que necesitas para comenzar
Uno de los lectores de ALTFoto nos escribió a través de Twitter para pedirnos algunos consejos sobre cómo comenzar con la fotografía de estudio. Aunque el tema es muy amplio, en este post intentaremos cubrir los aspectos más básicos, y los ampliaremos en otras entradas de acuerdo a sus preguntas y comentarios. Comenzaremos con las cinco cosas esenciales:
1. Consigue un espacio: Obivio, ¿no? Para comenzar a hacer fotografía de estudio necesitas un estudio. Pero no tiene que ser un piso completo pintado de blanco y perfectamente iluminado. Cualquier espacio con una pared de 3 o 4 metros de ancho y unos 5 metros despejados frente a ella será suficiente para comenzar. Lo importante es que lo designes como tu espacio de trabajo y lo respetes. Tener un espacio exclusivo para ese uso sería lo ideal, pero siempre puedes usar la pared de tu habitación o la sala, y montar y desmontar el estudio cuando sea necesario. Ten en cuenta que aunque no es necesario llevar tu estudio a cada encargo, siempre es bueno tener algunos accesorios portátiles por si debemos hacer sesiones en exteriores o locaciones especiales.
2. Necesitas buenos lentes, porque la fotografía de estudio se trata de captar todo el detalle posible para hacer ampliaciones o catálogos en línea en los que se puede hacer zoom sobre la imagen; y para eso necesitas objetivos muy nítidos. Cualquier lente mejora su rendimiento cuando su diafragma se cierra por encima de f6.3, pero solo los mejores alcanzan el detalle que vemos en grandes ampliaciones. Aunque se usan algunos lentes zoom de alto rendimiento, como el 16-35mm L y el 24-70mm L de Canon, lo más común es usar lentes fijos, como un 85mm o 135mm para primeros planos, un 50mm para planos medios, y un 28mm para cuerpo entero. Otra ventaja de los lentes de distancia focal fija, es que estos suelen alcanzar el rendimiento suficiente para estudio a aperturas menores, como el 50mm f1.4 del que les hablé ayer.
3. Un fondo sin fin. Gramaticalmente no tiene sentido, pero fotográficamente es el rasgo característico de cualquier estudio. Se trata de un fondo curvo que hace las veces de pared y piso, sin que se perciba unión alguna. En los estudios más grandes se montan rampas permanentes, pero muchos profesionales prefieren lonas o grandes pliegos de papel, ya que son portátiles, más baratos, y fáciles de lavar o reemplazar. El más usado es el de color blanco, ya que facilita el procesado de las imágenes, pero los hay -o se pueden hacer- de todos los colores y tamaños, de acuerdo al encargo fotográfico.
4. Las luces de estudio son básicas, ya que si tenemos lentes trabajando con pequeñas aperturas para obtener su mejor rendimiento, necesitaremos luz extra. Pero no desesperes, que no tienes que comprar 3 o 4 flashes de 500w cada uno. Para comenzar, basta con 2 o 3 speedlites (los flashes que se montan sobre la cámara), bien distribuidos y optimizados con accesorios comosoftboxes, sombrillas, snoots o beauty dishes. Ya hemos hablado un poco de equipos de iluminación hace unos días, pero te hará falta nuestro último consejo...
5. Domina la luz, porque después de todo la fotografía se trata de eso. En el estudio es lo más importante, ya que contamos con dos, tres o más fuentes de luz de distinta intensidad y características, que debemos mezclar para obtener un resultado agradable y/o expresivo. Para alcanzar esto, debes hacer dos cosas:
- Practica todo lo que puedas. Busca amigos, familiares y conocidos, y haz sesiones que te sirvan para experimentar con distintas configuraciones de luz. Es mejor si no todos tus modelos son bonitos, ya que así aprenderás a usar la luz para encontrar "el mejor ángulo" de cada persona.
- Lee manuales y mira fotos para que aprendas del trabajo de otros. No tienes que volver a inventar la rueda. Esto no quiere decir que pasarás tu carrera como fotógrafo copiando a otros, si no que todos comenzamos por estudiar y repetir lo que funcionó antes.
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