- Durante 45 años, con un carrito móvil al que adaptó una cámara, Foncie Pulice retrató sin discriminación a viandantes en el centro de la ciudad canadiense.
- Daba a cada retratado una tarjeta y al día siguienbte le entregaba la instantánea. Era capaz de hacer ocho mil al día.
- El Museo de Vancouver dedicada al fotógrafo una retrospectiva y pide a los propietarios de fotos de Pulie que añadan las suyas.
No discrimaba y no dejaba de apretar el disparador porque cada viandante era un cliente en potencia. Tras un carrito de latón al que había adaptado una cámara con flash, Foncie Pulice (1914-2003) era capaz de hacer hasta 8.000 retratos al día en las calles del centro de Vancouver. Entregaba una tarjeta a cada persona, pareja o grupo que cazaba, invitando a los modelos a pasar por el estudio, ver la foto y, si les gustaba, comprar una copia. Su mujer era la encargada de revelarlas y del trato con los clientes: Pulice no tenía tiempo, estaba haciendo fotos a diestro y siniestro.
Durante 45 años, entre 1934 y 1979, con un sólo día de descanso a la semana, el inagotable fotógrafo ambulante fue un personaje infalible en las calles del centro de Vancouver, la ciudad de la costa oeste de Canadá, y su cámara móvil, identificada con el rótulo Electric Photos Foncie's (Las fotos electrónicas de Foncie), se convirtió en una atracción turística. Simpático y bromista, Pulice se metía en el bolsillo a todo el mundo, pero aplicaba triquiñuelas para que las fotos fuesen infalibles: el carrito artesanal que él mismo había fabricado con material de chatarrería y al que estaban soldados la cámara y el flash —alimentados por una batería de coche— tenía la altura media de la cintura de un adulto y los retratos eran necesariamente picados hacia arriba, forma de asegurar que los modelos parecisen más altos e importantes.
http://www.20minutos.es/noticia/1841190/0/foncie-pulice/fotografo-ambulante/quince-millones-retratos/
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