- Cuidar el fondo y el lugar del salto: Si queremos que la figura destaque, intentemos que el fondo no sea muy confuso o esté muy recargado. Otro aspecto a destacar es que nos situemos cerca del saltador para que ocupe todo el encuadre y cobre todo el protagonismo, por ejemplo, usando un gran angular.
- Prioridad a la obturación o modo manual: Como buscamos congelar el instante del salto tenemos que utilizar el modo de nuestra cámara en prioridad a la obturación. Con una velocidad que no debería ser menor de 1/2000 s. Esto significa que vamos a necesitar un lugar con bastante luz.
Si lo que vamos a capturar es un grupo saltando a la vez mejor usamos el modo manual. Así seleccionamos una apertura suficiente para que todos queden enfocados (por ejemplo f/5,6 o f/6,4) y no olvidemos seleccionar una velocidad igual o mayor de 1/2000 s.
- OJO al enfoque automático: Si no tenemos una escena con demasiado contraste o hay varios saltadores, es posible que el autofocus de nuestra cámara no acierte completamente. Así que es conveniente hacer algunas pruebas previas. Una buena solución es apretar el obturador hasta la mitad, enfocando a los saltadores cuando están quietos y disparar cuando saltan. Eso sí, es importante que nuestros protagonistas no se muevan mucho hacia adelante o hacia atrás, que intenten saltar lo más verticalmente posible.
- Disparo en ráfaga: Como es complicado sincronizar el momento justo en el que el salto se produce con mejor resultado, ajustemos el disparo en ráfaga. Un salto que apenas dura un segundo lo podemos congelar en todo su proceso con una ráfaga de no menos de cuatro capturas. Luego es cuestión de elegir el momento más divertido.
- Ensayar la postura y los gestos: Es mejor probar y ensayar previamente varias veces hasta conseguir el tipo de salto más acertado que improvisar a la primera. También depende de la experiencia del saltador y el fotógrafo en estas situaciones.
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