Algunos de nosotros apenas atinamos a hacer una foto decente con la cámara del móvil. Y luego están los que, teniéndolo mucho más difícil que nosotros, consiguen convertirse en fotográfos de éxito. A pesar de ser ciegos.
Hoy os traemos nuestras fotos favoritas realizadas por artistas invidentes. Una selección en la que os contamos el porqué de la importancia de cada artista y dejamos que se expresen con sus propias palabras.
Y no se crean que son excepciones: es una actividad cada vez más extendida… a pesar de que los autores no pueden apreciar plenamente su propio trabajo.
Bruce Hall – Frenético
Bruce, aunque legalmente ciego, aún conserva una minúscula parte de su visión. Para él, hacer fotografías es una necesidad: necesita de dispositivos ópticos para poder ver una imagen fija. La cámara es una extensión vital de su cuerpo e intenta que sus obras capten su doble visión: sin la cámara, y a través de ella.
“Literalmente, no puedo ver sin un dispositivo óptico, sin una cámara. Por lo tanto, se ha convertido en una obsesión”.
Michael Richard – Doble toma
Richard tenía un peculiar estilo de trabajo. Se plantaba en algún lugar de Los Ángeles y pasaba horas, o incluso días, examinando ese paraje. Viendo los pocos colores que su visión aún le permitía distinguir, y escuchando, paladeando la experiencia. Para él, ningún lugar es aburrido. Sólo hay que esperar y tener la cámara dispuesta… y un momento mágico se presentará.
“Durante los últimos años he desarrollado una especie de doble visión, aún más profunda. No sabemos que acontecimiento puede cambiar nuestras vidas, pero si estamos atentos y miramos bien, podemos encontrar oportunidades en todas partes”.
Craig Royal – Agotado
Cuando Royal comenzó a perder la vista, nació de él una necesidad de transmitir que había más allá de la mera visión. La suya es una obra espiritual, surrealista por momentos, fruto de perder en primer lugar la visión periférica y ver como la visión que tenía hasta ahora de las cosas se transformaba.
“Si has perdido la vista, no pierdas de vista la belleza de la vida. Si has perdido la belleza de la vida, estás realmente ciego”.
Alice Wingwall – Autoretrato en San Trovaso
Wingwall, de Berkely, California, afirma que sus piezas no están conformadas por fotos, sino por recuerdos. Ella construye imágenes en su mente a base de mezclar y reorganizar una serie de fotografías, deconstruyendo la idea original y dando lugar a interesantísimos resultados.
“Mi visión viene de unir muchas imágenes, y eso viene de los recuerdos… de recuerdos lejanos. Creo que imagino más que una persona con vista”.
Kyle Jones – Esquina
La ceguera casi total de Jones terminó por crear la principal característica de su obra: Kyle, urbanita declarado, elige siempre composiciones sencillas donde destaquen una o dos figuras principales. Su idea, tratar de mostrar la individualidad de cada persona y cada momento en las enormes y deshumanizadas ciudades modernas.
“Nunca he podido ver más que ahora, así que no puedo mostrar entender el mundo de otra manera. Mis fotografías son sólo una extensión de esta diferencia”.
Kurt Weston – Intraocular
Kurt se margina como un continuo marginado. “Primero, ser gay, después, tener el sida, y al final, quedarme ciego”, según cuenta, define su trabajo como una expresión de un cuerpo estigmatizado. Kurt utiliza un scanner para plasmar sus ideas, buscando eliminar el espacio entre el dispositivo de captura y el sujeto. Sin aire, sin subterfugio. Sin salida.
“Estas fotografías tratan de la realización de tu pérdida. De perder tu fachada. Esta es tu nueva realidad, tu nueva carne. Echemos un vistazo”.
Este colectivo es un grupo de fotógrafos invidentes que llevan trabajando más de 20 años y han expuesto a nivel internacional. Sus temas favoritos son la tensión y la alucinación, como podéis comprobar, y se valen de todo tipo de efectos lumínimos para tratar de comunicar sus intenciones. En esta composición, cada autor da su visión del retratado. Magnífica.
“Una buena foto no viene del exterior, sino del interior. Es un acto de amor”.
Este mejicano, tristemente fallecido, gustaba de rematar sus fotos con inscripciones en Braille, con narrativas descriptivas y poéticas. La imagen que os adjuntamos nos dice “El roce del viento y la seducción del mar inducen a la interacción personal”. Gerardo llamaba a su técnica “fotos cruzadas”, ya que requiere la atención dos personas. Una ciega y otra con vista, para comprender el mensaje al completo.
“Mi arte requiere una relación íntima con gente que puede ver, para completar el ciclo que comienza con un registro mecánico y termina con una reconstrucción mental”.
Peter Eckhert – Sueño Nocturno
La intención de Eckhert es la de crear “películas de una sola imagen”, un narrativa evocativa compuesta de una sola pieza. Reconocido a nivel mundial, el artista ha construido un gran estudio en su sótano de Sacramento, donde utiliza todo tipo de focos y luces para dar forma a su trabajo, con los resultados que veis.
“La vista es tan fuerte que enmascara otros sentidos. Incluso la visualización. Si no puedes ver, es porque tú visión se interpone. Soy una persona muy visual… es sólo que no puedo ver”.
Vejen Bavcar – Retrato
Bavcar, de Eslovenia, es uno de los fotógrafos ciegos más admirados del mundo. Tras pisar una mina de niño, fue perdiendo gradualmente la vista. Durante esos meses, trató de grabar en su mente todo tipo de percepciones visuales, y reconstruye las imágenes a partir de esos recuerdos, tratando de unir el mundo de lo visible y lo invisible.
“Los fotógrafos tradicionales son los que a veces están algo ciegos, por ser bombardeados constantemente con imágenes. Es difícil que encuentren imágenes genuinas, que no sean clichés. Hay demasiadas imágenes, es un tipo de contaminación”.
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