Aparentemente, la fotografía y el movimiento parecen dos conceptos incompatibles. La fotografía, de hecho, tiene la capacidad de detener el tiempo, y cuando digo detener me refiero no sólo a preservar la escena para la posteridad, sino a dejar estático cualquier elemento que pudiese estar en movimiento en la escena fotografiada.
Sin embargo, existen algunas técnicas y consejos que pueden ayudarte, bien a saber cómo controlar esas tomas con elementos en movimiento, o bien a transmitir ese movimiento que, al menos de inicio, no puede transmitir una fotografía.
1. La Técnica del Barrido (Panning)
Una de las técnicas más populares para fotografiar objetos en movimiento y conseguir que la fotografía realizada siga transmitiendo toda la velocidad presente en la escena es la denominada técnica de barrido.
El nombre de barrido no es al azar, esta técnica recibe este nombre porque consiste en realizar un barrido de la escena en la dirección del movimiento.
Como podrás imaginar, no se trata de una técnica fácil y requiere bastante paciencia llegar a dominarla y lograr resultados decentes. Debes acompasar muy bien tus movimientos, elegir el tiempo de exposición adecuado en función de la velocidad del sujeto en movimiento, etc.
Eso sí, una vez que te haces con ella, puedes conseguir imágenes realmente impactantes y muy dinámicas. En las que, a pesar de ser una fotografía, se transmite muchísimo movimiento.
Como llevarla a cabo:
La técnica de barrido consiste en seguir el objeto en movimiento que queremos fotografiar con nuestra cámara, disparar la cámara mientras continuamos con el movimiento de la cámara y, gracias a una velocidad de obturación lo suficientemente lenta, conseguir una imagen razonablemente nítida del sujeto centro de atención de la fotografía sobre un fondo borroso (barrido).
El problema que se presenta con cámaras digitales es la latencia de disparo que, en función del modelo de cámara, nos podemos encontrar. Pero la ventaja más obvia es que podemos repetir una y otra vez la foto hasta que consigamos el resultado esperado.
La situación
La situación ideal se da cuando puedas colocarte a cierta distancia del objeto y puedas usar un teleobjetivo. Lo suyo es que el objeto se desplace lo más paralelo posible a la cámara.
Cuanto menos paralelo sea este movimiento, más dificultad tendremos para poder conseguir el efecto.
La velocidad
Para conseguir el efecto tendremos que utilizar una velocidad relativamente lenta. Velocidades de 1/60 o 1/30 pueden estar bien. Con velocidades demasiado rápidas congelaremos toda la situación, fondo incluído, con lo que no conseguiremos esa sensación de movimiento.
Con velocidades excesivamente lentas, es bastante probable que toda la fotografía salga movida, con lo que tampoco conseguiremos nuestro objetivo.
Practicando
Lo mejor es que vacíes tu tarjeta de memoria, cargues las baterías de la cámara a tope, y salgas a la calle cámara en mano. Busca una calle o carretera donde puedas trabajar a gusto, y empieza a hacer fotos.
Aunque puedes ver el resultado en la pantalla LCD de la cámara, muchas veces es complicado saber si la foto ha salido bien o no, aunque puedas hacer zoom de lo que se muestra en la pantalla. Una situación ideal puede ser buscar un fondo donde aparezca algo legible (un cartel, por ejemplo), para poder apreciar bien si el fondo está movido y el objeto ha salido nítido.
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2. La técnica del Zooming.
Si la técnica anterior parte de una escena con movimiento y pretende que la fotografía transmita el movimiento presente, ahora te traigo una técnica que, a partir de una escena sin movimiento, incluye un movimiento de acercamiento para centrar la atención sobre el objeto fotografiado.
La técnica del zooming se logra, como su propio nombre indica, a través del zoom del objetivo. Usando éste en el trascurso entre la apertura y el cierre del obturador se logra transmitir movimiento en la imagen, pero, sobre todo, centrar la atención en el único objeto de la imagen que no muestra movimiento, el centro de interés.
Como llevarla a cabo:
Lo primero que vamos a hacer para hablar sobre esta técnica es conocer qué accesorios necesitaremos para poder realizarla con nuestra cámara.
Sí, está bien, seguro que muchos de vosotros conocéis cómo lograrla con aplicaciones como Photoshop, Gimp o, qué se yo.
Y es cierto, puede simularse con muchos de esos programas, pero hoy estamos decididos a lograr el efecto con la única ayuda de nuestra cámara y algunos accesorios más, de modo que presta atención para ver si tienes todo lo que necesitas.
¿Qué necesito para aplicar esta técnica?
Para poder aplicar esta técnica en tus fotografías, además de, por supuesto, una cámara, deberás contar, también, con un objetivo de tipo zoom que te permita variar la distancia focal.
Además del objetivo zoom, es muy recomendable contar con un trípode. Aunque, como puedes ver en la foto de la derecha, en ese caso no se ha hecho uso del mismo.
¿Y por qué necesitas un trípode y un objetivo zoom? Tranquilo, cuando te cuente en qué consiste la técnica, verás por qué disponer de estos dos accesorios resulta imprescindible para aplicarla. Ten paciencia, todo llega.
¿En qué consiste el “Zooming”?
El zooming es una técnica que consiste en realizar una toma con un tiempo de exposición alto, el diafragma lo suficientemente cerrado y, lo más importante, en la que, durante el tiempo que el obturador permanece abierto, se varíe la distancia focal del objetivo.
Con esto, conseguimos que en la imagen se creen unas líneas convergentes que llevan la atención del observador hacia el centro de la fotografía y que, aportan a la escena una curiosa sensación de movimiento y dinamismo, propia de las líneas convergentes.
¿Entiendes ahora por qué es necesario un objetivo de tipo zoom? Es obvio, sin uno de estos objetivos no podrás modificar la focal.
En el caso del trípode, su uso puede parecer más accesorio. Si bien, si no usas trípode y el tiempo de exposición es demasiado prolongado o tu pulso no muy firme, corres el riesgo de obtener una foto trepidada, en lugar de lograr el efecto buscado.
Por tanto, reafirmo mi recomendación de que cuentes con cámara, objetivo zoom y trípode.
Algunos consejos y recomendaciones.
Aunque la base de la técnica es bien sencilla, ya has visto que he podido describirla sin problemas en un único párrafo, lograr un buen resultado requiere paciencia y, sobre todo, cierta pericia y experiencia con esta técnica.
Para ayudarte en tu proceso de dominio del zooming, te voy a proporcionar algunos consejos que, sin duda, te serán de ayuda:
- La forma habitual de proceder es partir desde focales más cortas a más largas. Con esto consigues “acercar” al observador hacia el centro de la fotografía. Aunque, como siempre, esto está abierto a que experimentes y pruebes a desafiar las reglas o convenciones.
- Las distorsiones que producen los objetivos gran angulares y súper gran angulares los hacen muy propicios a la hora de aplicar este tipo de técnicas.
- Busca escenas con luz escasa. Ten en cuenta que el tiempo de exposición será prolongado, por lo que deberás buscar escenas con baja iluminación o ayudarte de accesorios como filtros de densidad neutra para evitar “quemar” tus fotos.
- ¿Recuerdas las fotografías sobre light trails (o estelas de luces)? Las luces son elementos muy agradecidos siempre que se les concede, en fotografía, un mayor tiempo de exposición. El caso del zooming no es una excepción, de modo que busca tomas con fuentes de luz como bombillas, faros, semáforos, adornos… Obtendrás muy buenos resultados.
- Si no tienes un objetivo de tipo zoom o tu cámara no te permite modificar la distancia focal mientras disparas, o simplemente te apetece conocer otra variante, también puedes mover la cámara alejándola o acercándola mientras se realiza el disparo. Eso sí, debes tener en cuenta que el movimiento inducido no será tan claro como el que se logra moviendo el zoom.
- Valora la velocidad a la que modificas la focal. Si quieres estelas más progresivas, necesitarás un movimiento más comedido y pausado. Por el contrario, si quieres estelas fugaces, deberás variar la focal muy rápido.
- Considera el tiempo que permanece el objetivo en una focal u otra mientras está abierto el obturador. En función de la escena que desees que sea la base de la fotografía, deberás mantener mayor tiempo el objetivo en la focal más corta, o más larga, o una intermedia.
- Prueba introduciendo el flash en sus distintos modos de disparo.
El último de los consejos es, como siempre, que pruebes, pruebes, pruebes y, por supuesto, que vuelvas a probar. Varía el tiempo de exposición, la velocidad con la modificas la focal, la distancia focal de partida y la de fin…
Sólo así podrás llegar a controlar y dominar esta técnica y pasar a conseguir el efecto que realmente estás buscando y no aquel que, sin saber por qué, te proporciona tu cámara.
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- Mastering the Zoom Effect – Digital Photography School
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3. ¿Por qué no le das una oportunidad al modo ráfaga + la fusión de imágenes?
No es una técnica, ni nada parecido. Es simplemente un juego que puede darte un resultado francamente curioso en aquellas escenas en las que el movimiento es un elemento importante de la misma.
Consistía en tomar varias fotografías de un movimiento y, mediante Photoshop, fusionarlas para mostrar las distintas fases por las que había pasado el sujeto a lo largo del movimiento.
Como llevarlo a cabo:
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