Cynthia Young, conservadora del Archivo Robert Capa en el International Center of Photography (ICP) de Nueva York, es una de las personas que mejor conoce el trabajo del fotógrafo y de Gerda Taro. En una entrevista vía mail con ABC, Young confirma que «hay alrededor de unas diez imágenes que estaban atribuidas a Capa y ahora lo están a Taro». También, que recientemente ha descubierto varias instantáneas de David Seymour, Chim, que se atribuyeron previamente a Capa. ¿Podría haber más bailes de atribuciones en el futuro? «El trabajo en el archivo siempre está abierto. Nunca termina, porque siempre estamos descubriendo algo nuevo que cambia nuestra comprensión», responde Young.
¿Cómo se ha conseguido distinguir la autoría de fotografías que no estaban firmadas? «Gran parte del trabajo se ha llevado a cabo a través de referencias cruzadas de varias fuentes para confirmar la autoría de una fotografía –dice la conservadora del Archivo Capa–. Utilizamos las revistas originales donde apareció el trabajo, los negativos, la información en la parte posterior de las impresiones y los cuadernos de notas de los fotógrafos. Una vez que reúnes todas las fuentes se puede saber quién tomó cada imagen».
Acerca de si ambos fotógrafos firmaban bajo la marca «Capa», advierte Cynthia Young: «No estoy convencida de que Taro haya “publicado” alguna vez bajo la marca “Capa”. Capa era el nombre con el que Robert Capa se llamaba a sí mismo como fotógrafo. Cuando ellos empezaron, lo normal era que a los fotógrafos no se les firmaran sus trabajos. Pero eso comenzó a cambiar y creo que ambos entendieron que tenían su propia identidad como personas y como fotógrafos». ¿Compartían Robert Capa y Gerda Taro temas y estilos? «Sus temas eran en realidad muy similares; de hecho, fotografiaron varias de las mismas historias juntos, uno al lado del otro. La obra de Taro podría tener una mayor composición desde el punto de vista gráfico y líneas diagonales más duras que la de Capa. Su estilo comenzó a relajarse en los meses previos a su muerte. Aprendieron uno del otro. Ambos cambiaron el punto de vista que la gente tenía sobre España».
