sábado, 13 de abril de 2013

Cómo acabar con los cielos sobreexpuestos

Una buena foto puede echarse a perder por un cielo excesivamente expuesto y, lamentablemente, es un problema muy común. Por suerte, hay muchas formas de arreglarlo.

Cielos quemados o blancos en las fotos


La clave de la fotografía es configurar de forma adecuada los ajustes de la cámara para obtener una correcta exposición. Con eso en mente, las condiciones de luz en las que nos encontramos son claves a la hora de lograr que la exposición sea correcta y debemos adaptarnos a esas condiciones. Hay muchas situaciones en las que esto es especialmente complicado y seguro que más de una vez os han salido cielos sobreexpuestos o nubes quemadas.
¿Por qué ocurre esto? El problema es del sistema de medición de la exposición de nuestra cámara. Si vamos a fotografiar un paisaje con un cielo claro, tenemos dos opciones: ajustar la exposición pensando en el cielo o pensando en el suelo. Si hacemos lo primero, es probable que el suelo nos salga subexpuesto, excesivamente oscuro; si hacemos lo segundo, el cielo (o parte de él) nos saldrá quemado, con zonas completamente blancas.
Para solucionarlo tenemos varias opciones. La primera es buscar un compromiso, algo intermedio, que nos permite tener detalles tanto en ambas zonas y, después, en el procesado arreglarlo. Siempre que no esté quemado, es muy sencillo usar un degradado en Lightroom para oscurecer el cielo o usar las opciones de color para oscurecer los azules y darles algo más de saturación. Para esto es muy importante disparar en formato RAW, ya que nos dará mayor flexibilidad a la hora de editar la fotografía.
Otra opción es usar la fotografía de alto rango dinámico o HDR. Como ya sabéis, en este técnica se combinan varias imágenes con valores de exposición diferentes para generar una imagen final que tenga detalle en todo el encuadre. En este caso lo que tendríamos que combinar son al menos dos exposiciones: una exponiendo correctamente el cielo y otra exponiendo correctamente el suelo. Para esto es absolutamente necesario usar un trípode ya que ambos encuadres han de ser exactamente iguales.
Si somos de la vieja escuela y preferimos arreglarlo antes de pasar por el ordenador, podemos echar mano de los filtros graduados de densidad neutra. Estos filtros fotográficos están pensados precisamente para este problema y tienen un oscurecimiento progresivo. Si esa parte oscura la hacemos coincidir con el cielo, podremos equilibrar la exposición en toda la escena.
Otra cosa que podemos hacer en la propia cámara, es exponer teniendo en cuenta la zona más clara de la escena (las nubes, por ejemplo) y después usar los valores de compensación de la exposición para levantar un poco las sombras. Algunas cámaras incluyen directamente opciones de compensación tanto de brillos como de sombras y a veces con varios niveles de ajuste. El procesado de la foto en la propia cámara tardará unos segundos más de lo habitual, pero en estos casos suele merecer la pena probar.
Como veis, las soluciones son variadas y para todos los gustos, así que ya no tenemos excusa para echar a perder una buena foto por culpa de un cielo quemado.




No hay comentarios:

Publicar un comentario



“No hay nada peor que la imagen nítida de un concepto difuso”. ANSEL ADAMS

El Maestro aparece cuando el alumno está preparado.

“Entre las muchas formas de combatir la nada, una de las mejores es hacer fotografías.” JULIO CORTAZAR

Tus primeras 10.000 fotos serán tus peores fotos.
Henri Cartier-Bresson

“Si tus fotografías no son lo suficientemente buenas es porque no estás lo suficientemente cerca.” Robert Capa.”

SEGUIDORES

VISITAS