Los objetivos macro son inaccesibles para muchos bolsillos y no
son tan polivalentes como otro tipo de lentes que al final acabas amortizando
de una u otra forma. Este es el motivo por el que muchas personas aficionadas a
la fotografía ven imágenes macro con la envidia sana y el deseo de probar algún
día. Si es lo que te ocurre, existen alternativas a los objetivos macro con las
que puedes obtener maravillosos resultados con una inversión mínima.
La alternativa económica a los macro
Puede que estés pensando que la solución estriba en utilizar el modo
automático de tu cámara que señala macro y acercarte mucho, pero no, eso no es
posible. Los objetivos tienen una distancia mínima de enfoque por debajo de la
cual es imposible enfocar, por eso, para lograr pequeños objetos o sujetos a
tamaños de infarto, o intentarlo, no te vale cualquier objetivo, pues a la
mínima que intentes acercarte, no podrás disparar. Para solucionar esto, puedes
usar un objetivo específico, pero ya hemos dicho que es demasiado caro, o
utilizar uno de estos dos inventos estupendos que puedes comprar por unos pocos
euros. Hablamos de los anillos de inversión y de los tubos
de extensión.
Antes de seguir, no puedes creer que obtendrás los mismos resultados en
cuanto a calidad que con una lente macro. Si fuera así nadie se compraría un
macro y no los fabricarían. Pero si sólo quieres probar, jugar, experimentar y
divertirte, no lo dudes, no inviertas (al menos de momento) en una lente macro,
mejor hazlo en una de estas dos alternativas.
Anillos de inversión
¿En qué consiste?
Los anillos de inversión, como su propio nombre indica, invierten un
objetivo normal, es decir, posibilitan el darle la vuelta. Se trata de un
anillo que sirve como adaptador para que puedas colocar tu objetivo al revés,
se fija al cuerpo de la cámara enroscándose en la parte frontal, donde se
colocan los filtros y queda expuesta la parte interna del objetivo. De esta
forma se reduce la distancia mínima de enfoque, o sea, que permite que te
acerques mucho más al motivo, de manera que éste llega al sensor con un tamaño
mucho mayor.
¿Con qué objetivos se pueden utilizar?
Los objetivos de distancia focal corta permiten una distancia de enfoque
más próxima, por tanto, más aumento. Por eso se utiliza mucho con el 50 mm y si
tienes una focal entre 50 y 28 mm, genial. Lo mejor es utilizarlo con una focal
fija que suelen ser más luminosas además de tener mejor calidad, aunque se
suele usar mucho con el objetivo del kit (18-55mm). Aquí tienes el ejemplo de
un ojo tomado con el 18-55 mm invertido.
También tienes la posibilidad de usarlo con un tele, acoplando el
teleobjetivo a la cámara, y después el anillo de inversión con el otro objetivo
invertido. Esta última opción te ofrece la ventaja de poder modificar la
apertura del diafragma, pues simplemente con el anillo y el objetivo invertido
no puedes, pues la conexión con la cámara se pierde y esto es un inconveniente,
ya que la profundidad de campo se ve afectada. Si usas solo el anillo y el
objetivo invertido tienes que disparar con la apertura máxima de la lente.
A tener en cuenta
o
Se recomienda proteger el objetivo, pues se queda expuesta la
parte interna del mismo. Puedes hacerlo con un tubo de extensión de 12 mm o
construir un tipo de protector. Para transportarlo, usa siempre una tapa de
objetivo de las que se ponen en la montura.
o
Cuidado con elegir un anillo del diámetro del objetivo y compatible con
la marca del mismo.
o
Mejor que sea metálico, si se parte el objetivo irá al suelo
con sus correspondientes consecuencias.
o
Como no puedes utilizar los automatismos de la cámara porque al invertir la
lente se pierde el contacto electrónico con el cuerpo, tendrás que disparar a
base de ensayo y error y sin poder controlar aspectos como la apertura o sin
información del fotómetro, por ejemplo. De hecho, tendrás que trabajar con la
máxima apertura del objetivo, por lo tanto, con muy poca profundidad de campo.
Si tienes la posibilidad de utilizar un objetivo antiguo con anillo de
diafragma para ajustarlo de forma manual, pues genial, aunque no es fácil que
lo tengas en tu equipo, sí que lo puedes conseguir de segunda mano a buen
precio. Una buena opción si te va picando mucho el gusanillo
o
Si finalmente tienes esta opción y puedes modificar la apertura, mejor
utiliza aperturas pequeñas, pues al acercarte mucho al objeto o sujeto, la
profundidad de campo se reduce de forma drástica.
o
Para usarlos con motivos en movimiento resultan mejor que los tubos de
extensión que vamos a ver enseguida.
Precio
Su precio ronda entre 10 y 15 euros. Aquí tienes
algunos ejemplos.
Tubos de extensión
¿En qué consiste?
Son unos tubos que se interponen entre el cuerpo de la cámara y el
objetivo, variando así no la distancia focal, sino la distancia mínima de
enfoque, es decir, reduciendo la distancia a la que puedes disparar. De este
modo, al acercarte más, los objetos o sujetos que fotografíes parecerán mucho
mayores, o lo que es lo mismo, el efecto que se consigue con la fotografía
macro.
Exiten tres tipos:
o
Caseros. Te sale por casi lo
mismo fabricarlo que comprarlo, ahora, que si eres capaz de hacerlo, el logro
de construir un artilugio macro con tus propias manos es muy gratificante.
o
Tubos sin comunicación electrónica. Al igual que los
caseros, no tienen ningún tipo de conexión electrónica con la cámara, por lo
que no permiten variar la apertura, a no ser que tengas la suerte de tener por
ahí un objetivo antiguo con anillo de diafragmas para modificarla manualmente.
Estos tubos los puedes encontrar desde 10 euros.
o
Tubos con comunicación electrónica. Esta es la opción más
sofisticada entre las alternativas económicas a los objetivos macro. Igualmente
es un tubo (extensor) pero en este caso sí que tiene comunicación con el cuerpo
y te permite realizar ajustes que las otras alternativas no. Igualmente es un
poco más cara, unos 40 ó 50 euros.
¿Con qué objetivos se pueden utilizar?
Lo más importante es utilizarlo con objetivos muy luminosos y mejor que
estén entre 35 mm y 85 mm. Recuerda que las focales fijas ofrecen más calidad.
También puedes acoplarlos a un macro para lograr mayores niveles de ampliación.
Se pueden combinar ambas opciones y utilizar los tubos de extensión con el
anillo y el objetivo invertido. Obtendrás una imagen más ampliada aún, aunque
eso sí, cuantos más objetos interpongas entre el sensor y el motivo, más
calidad perderá la foto.
Ventajas e Inconvenientes
Las ventajas sobre el anillo de inversión son que puedes mantener la
comunicación y que según el número de tubos y las combinaciones que utilices
tendrás un mayor rango de distancias de enfoque y aplicación.
Los inconvenientes, que reciben menos luz y son más voluminosos que el
anillo. Además, éstos no se recomiendan mucho con objetos en movimiento, pues
tienes que acercarte más al sujeto que con el anillo.
Aspectos a tener en cuenta en ambos
casos
La luz
En fotografía macro la luz es muy importante. Cuando utilizas tubos de
extensión o anillos inversores, esta se ve reducida, por lo que tendrás que
compensar fotografiando en exteriores cuando dispongas de mucha luz o con un
flash. Si usas un flash, que sea uno externo que permita iluminar desde otras
posiciones que no sea la frontal. También es muy recomendable utilizar
reflectores y difusores para evitar sombras molestas y poco estéticas.
El movimiento
Aquí todo se magnifica, no sólo el tamaño de tu motivo, también el
movimiento, el de tu mano y el del sujeto que estés retratando. Por eso es
recomendable que utilices un trípode en la medida de lo posible, y además
es mejor disparar de forma remota. Una mínima vibración al accionar el
botón de tu cámara puede variar mucho el resultado.
La calidad
No puedes esperar obtener los mismos resultados que con un objetivo macro
porque no los lograrás. Encontrarás deficiencias, viñeteados, disminución de la
luminosidad, alteraciones del color… Es para lo que es, para iniciarte,
experimentar y divertirte.
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