jueves, 25 de febrero de 2016

¿Qué sabemos sobre los sistemas de estabilización realmente?

Los estabilizadores o sistemas de estabilización ya forman parte del habla habitual de cualquier fotógrafo aficionado y profesional. Los profesionales ya saben de qué va, el aficionado medio ha probado sus bondades o ha oído hablar de ellos, pero los nuevos acaban de topar con ellos y no saben muy bien de qué van. No porque sea difícil de entender, ni mucho menos, pero es que hay tantas cosas por aprender, por decidir, por comparar… Que lo mejor es ir desglosando poco a poco todos los conceptos que forman el gran TODO que llamamos fotografía. Así que lo mejor es que veamos rápidamente y de forma sencilla qué es un estabilizador, cómo funciona y cuándo debemos utilizarlos.

¿Qué es un estabilizador de imagen?

Un estabilizador nos permite disminuir las vibraciones que provocamos al sujetar la cámara a pulso;  El estabilizador corrige el movimiento o trepidación que nosotros creamos al sujetar la cámara y no el movimiento de la imagen en sí. Es decir, si un ciclista pasa a toda velocidad delante de ti en plena noche, el estabilizador NO va a congelar la imagen. Eso sólo lo puedes conseguir trabajando a velocidades elevadas, lo que de noche es complicado 

¿Cómo se utiliza?

No todos los estabilizadores disponen de ambos modos, pero empiezan a ser cada vez más comunes en los nuevos modelos.
Modo normal: Es el más recomendable cuando queremos reducir la trepidación ocasionada por el movimiento que genera nuestro pulso, o lo que es lo mismo, en la mayoría de situaciones.
Modo activo: Es adecuado para eliminar trepidaciones asociadas a un movimiento lineal externo al fotógrafo, por ejemplo desde un coche.

¿Qué tipos de estabilizadores existen?

Los podemos dividir los estabilizadores en dos tipos según dónde se encuentren:

1. El objetivo de la cámara (también conocidos como estabilizadores ópticos)

Es el utilizado por marcas como Nikon (VR), Canon (IS), Panasonic, Lumix o Leica (Mega OIS) entre otras. Con este sistema, la estabilización se consigue a través de unos sensores (giroscopios) que detectan el movimiento de la cámara y transmiten la información a las lentes de estabilización, que actúan como un prisma flexible permitiendo alterar el ángulo de luz que lo atraviesa, en dirección contraria al movimiento de la cámara. Es decir, a través de un sistema de lentes, se corrige el ángulo generado por el movimiento, llegando así la imagen estabilizada al sensor.Ejemplo de objetivo con estabilizadorejemplo de este tipo 

Ventajas

  • Al estar situados en la óptica, cada una lleva el sistema específico que mejor se adapta a él, y por lo tanto suelen ser más precisos y efectivos.
  • La imagen llega estabilizada al sensor, por lo que la veremos estabilizada antes de disparar.

Desventajas

  • Su utilización consume más batería.
  • Sale más caro que en el cuerpo de la cámara, ya que tienes que pagar por el sistema cada vez que compras un objetivo.

    2. En el cuerpo de la cámara (también conocidos como estabilizadores mecánicos)

    Es el sistema que utilizan marcas como Pentax (SR), Sony (SteadyShot) u Olympus entre otras. En este caso, el movimiento se detecta a través de unos sensores situados en el cuerpo de la cámara que corrigen la imagen trepidada a través del movimiento del sensor situado en el cuerpo de la cámara. Es decir, no se mueven lentes sino que es el mismo sensor el que se mueve para compensar la imagen.Ejemplo de cámara con estabilizador integrado en el cuerpo

Ventajas

  • Es más económico, ya que sólo pagamos por el sistema una vez y no con cada objetivo que utilicemos.

Desventajas

  • No es tan preciso, y puede resentirse algo cuando utilizamos los teleobjetivos, ya que este sistema no tiene en cuenta la longitud focal del objetivo.
  • Aumenta el uso de batería.

¿Cuándo debemos utilizarlos?

  • Cuando disponemos de poca luz ambiente y nos vemos obligados a trabajar con velocidades de obturación por debajo del mínimo indispensable para que las imágenes no salgan trepidadas (recuerda que la referencia de estas velocidades mínimas es: velocidad de obturación= 1/Distancia focal del objetivo).
  • Cuando trabajemos con teleobjetivos. A medida que aumenta la focal, debemos trabajar con velocidades más rápidas, ya que las trepidaciones se hacen más evidentes.

    ¿Y por qué no siempre?

    Si estás disparando a pleno día, con buena iluminación, a velocidades altísimas, un estabilizador no va a aportar nada a tu imagen, va a gastar batería, va a ralentizar el proceso si quieres disparar en ráfaga, etcétera. Un estabilizador tiene muchísimas ventajas y grandes resultados, pero siempre y cuando éste sea necesario. Si no es así, lo mejor es prescindir de él.
    • Puede reducir la nitidez de la imagen
    • Gasta batería
    • No aporta nada a la imagen en situaciones de mucha luz
    • Ralentiza el disparo cuando necesites disparar en ráfaga
    • Montado sobre un trípode puede malinterpretar la información y tratar de corregir un movimiento inexistente que nos puede llevar a imágenes erróneas

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