Francesc Boix descansa ya para siempre en el Père Lachaise, el cementerio de las celebridades de París; y lo hace tras recibir un grandísimo homenaje. Un homenaje que ninguno de los otros 9.300 españoles y españolas que pasaron por los campos nazis jamás ha recibido en su patria, España.
A primera hora de la mañana de este viernes, los restos mortales del fotógrafo de Mauthausen fueron exhumados de la humilde y escondida tumba del camposanto de Thiais en que habían reposado desde su prematura muerte en julio de 1951. Boix apenas había cumplido los 30 años cuando las terribles secuelas físicas, provocadas por los más de 50 meses que pasó entre las alambradas nazis, acabaron con su vida.
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