La irrupción de la inteligencia artificial (IA) en la práctica fotográfica esta transformando radicalmente la noción de autoría, originalidad y realidad visual. Desde la generación de imágenes sintéticas hasta el análisis automatizado de grandes archivos fotográficos, la IA plantea desafíos y oportunidades para la investigación artística y tecnológica.
Los algoritmos de aprendizaje profundo permiten crear imágenes hiperrealistas sin la mediación de una cámara, lo que desestabiliza los limites tradicionales entre fotografía y arte digital. Investigadores y artistas exploran como estas herramientas reconfiguran la relación entre la maquina y el ojo humano.
En el ámbito académico la IA también ofrece nuevas vías para el análisis visual.
Más que reemplazar al fotógrafos, la inteligencia artificial invita a repensar su rol, de creador de imágenes a curador de procesos visuales donde la tecnología y la sensibilidad humana dialogan en un terreno en común.



