Un retrato que conmueve al mundo
La imagen retrata a Mel, una mujer que sobrevivió a quemaduras graves y que, tras un largo proceso de reconstrucción, se muestra ante la cámara con una mezcla de fragilidad, fuerza y serenidad. Holmberg utiliza una luz suave y directa que realza la textura de la piel cicatrizada sin ocultarla, invitando al espectador a mirar de frente una historia de resistencia.
Lo que ha cautivado al jurado y al público no es solo la técnica impecable, sino la humanidad brutal del retrato. “Mel” no busca compasión: ofrece una mirada honesta sobre el cuerpo, la identidad y la recuperación. Es una imagen que recuerda el verdadero propósito de la fotografía de retrato: conectar, revelar y emocionar.
Este premio demuestra que la fotografía no solo documenta realidades, sino que también tiene la capacidad de dignificar las historias más difíciles.
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